viernes, enero 15

Rincón del Pastor 2010

Pastor Domingo Pérez Badillo



Somos El Mismo Equipo(2)

(1 Cor. 12:12)


Este tema nace en mi corazón basado en los principios bíblicos que hablan sobre el propósito de la comunión y la unidad en la iglesia. Nuestro Señor Jesucristo habló sobre esto (Jn.17:21) y en varias de las cartas del Apóstol Pablo (1Cor.12:12; Fil.4:2-3;

Efe.4:1-6) se trata este asunto. Para que seamos una Iglesia donde se manifieste el Poder de Dios (1) Tenemos que entender que somos del mismo equipo; y (2) Entender que en el equipo no todos aportan lo mismo, pero todos son necesarios para obtener la victoria. Esto es cierto en el deporte, en las fuerzas armadas, en la empresa privada y por supuesto en la iglesia.

Lo ideal sería que todos se esforzaran por una meta común, que todos trabajaran juntos, que todos se preocuparan los unos por los otros, que se amaran los unos a los otros y que todos fueran de un mismo sentir. Lo cierto es que a veces lo ideal no compara con lo real. Ahora bien, quiero mencionar tres razones por la cual es necesario ser del mismo equipo.

(1) Trae personas a Cristo: (Mr.2:1-5) Me parece interesante que ni siquiera se mencionan los nombres de estas cuatro personas. ¿Saben porque? Por que no era importante saber quiénes eran. Lo que guardaba importancia era que estos hombres juntaron sus voluntades, propósitos, emociones y razón para que el paralítico llegara a Cristo. Estos hombres formaron un equipo. El resultado final fue perdón y sanidad.

(2) Te mantiene en victoria: (Ex.17:8-13) Ninguno de nosotros estamos exentos de pasar por momentos difíciles. Es en este tiempo que el enemigo ataca ya que estamos más vulnerables cuando pasamos dificultad. Nunca te quedes solo en momentos de prueba. El enemigo te quiere ver derrotado, sin embargo, el pertenecer al mismo equipo trae fortaleza en tiempo de dificultad. Cuando Moisés se cansaba, Aarón y Hur le levantaban sus brazos y así obtuvieron la victoria. Ellos formaron un equipo y Dios les dio la victoria.

(3) Ocurren eventos sobrenaturales: (Hch.1:14; 2:1-4; 2:44-47; 4:24-31; 4:32; 5:12-16) Unos hablaron otras lenguas, otros hablaban la Palabra con denuedo, otros se añadían a la iglesia, otros no pasaban necesidad, otros eran libertados, otros eran sanados. Todos eventos sobrenaturales que ocurrieron con una constante. Estaban unánimes y eran de un mismo sentir. En otras palabras, eran un mismo equipo.

El Señor quiere un solo equipo. Recuerden que hay mas cosas que nos unen que las cosas que nos separan. Procuremos las que nos unen para que seamos la iglesia de poder que todos queremos.




El Poder de Dios que Transforma e Impulsa (1)

(Hechos 1:8; 1Cor.4:20)

Mi sueño, como dice la canción de René González, es una Iglesia que: sane al herido, liberte al cautivo, hable verdad, aclare la mente al que está confundido, brinde esperanza al angustiado, donde se encuentre paz y seguridad y que la Palabra sea el alimento. La iglesia de la canción no es una ilusión o fantasía, al contrario, es realidad cuando opera bajo el poder y la unción de Dios. La iglesia de hoy, al igual que la iglesia primitiva tiene ese poder gracias al Espíritu Santo (Hch.1:8).

Hay 2 simbolismos del Espíritu Santo que en encontramos en la Biblia:

(1) Fuego; (2) Viento. El fuego limpia, purifica, transforma y derrite. El viento refresca, impulsa y empuja. Ahora bien, para que el poder de Dios se manifieste en este tiempo es necesario permitir que el fuego de Dios nos transforme y el viento de Dios nos impulse. Cuando esto ocurre el Espíritu Santo se convierte en poder, sin embargo cuando esto no ocurre el Espíritu Santo se queda solo en palabras (1Cor.4:20).

La generación de hoy está cansada de palabras. Predicamos de milagros y no vemos ninguno. Hablamos que la fe sana y la gente no se sanan. Las personas escuchan sobre prosperidad, pero nadie prospera. Lo que esta generación necesita en este tiempo no son más palabras, sino el PODER DE DIOS para operar grandes cosas.

Comienza un año nuevo. Es tiempo de orar más, de ayunar más, de estudiar la Biblia más. Es tiempo de traer Palabra profética, de hablar nuevas lenguas, de hablar la Palabra con denuedo. Es tiempo de evangelizar más, de servir en la iglesia más, de amar más al hermano, de cantar cántico nuevo. Es tiempo.

La Iglesia de hoy necesita el fuego que transforma y el viento que impulsa. El resultado es el Poder de Dios. Entonces el enfermo se sana, el cautivo se libera, el confundido encuentra verdad, el angustiado encuentra esperanza y la gente se siente segura y en paz porque en la Iglesia encuentra el alimento que necesita.


1 comentario:

  1. Les invito a leer el sermón del pasado domingo y pueden ver el video de René González en la sección de videos. Oremos porque este año seamos llenos de la unción y poder del Espíritu Santo y que cada día anhelemos recibir una unción fresca de su poder. Deseemos estar siempre en espíritu de adoración, alabanza y servicio al Señor. Que este nuevo año veamos los milagros y las grandes cosas que el Señor desea darnos y mostranos, pero tenemos que poner nuestra casa en orden y darle el Primado al Señor y veremos grandes maravillas.

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